Entender los requerimientos funcionales y no funcionales del software es un aspecto clave del proceso de desarrollo de software. Los requerimientos funcionales describen las características y funcionalidades del software que el usuario desea. Los requerimientos no funcionales, por otro lado, describen los requisitos que el software debe cumplir en términos de rendimiento, escalabilidad, fiabilidad, seguridad, etc.
Los requerimientos funcionales y no funcionales se deben establecer de forma clara y precisa para que el desarrollador tenga una idea clara de cómo construir el software. Si bien hay muchos tipos de requerimientos para cada proyecto, hay algunos requerimientos comunes que se encuentran en la mayoría de los proyectos de software. Aquí hay algunos ejemplos de requerimientos funcionales y no funcionales de un software.
Requerimientos Funcionales
Los requerimientos funcionales describen las características y funcionalidades del software. Estos son algunos ejemplos comunes de requerimientos funcionales:
- Gestión de usuarios: el software debe permitir a los usuarios registrarse, iniciar sesión, cambiar la contraseña, etc.
- Gestión de contenido: el software debe permitir a los usuarios crear, editar, eliminar y mostrar contenido.
- Gestión de documentos: el software debe permitir a los usuarios cargar y descargar documentos.
- Gestión de notificaciones: el software debe permitir a los usuarios recibir y enviar notificaciones.
- Gestión de pagos: el software debe permitir a los usuarios realizar pagos.
Requerimientos No Funcionales
Los requerimientos no funcionales describen los requisitos de rendimiento, escalabilidad, fiabilidad, seguridad, etc. Estos son algunos ejemplos comunes de requerimientos no funcionales:
- Rendimiento: el software debe funcionar a una velocidad satisfactoria para los usuarios.
- Escalabilidad: el software debe poder escalar de forma sencilla para soportar una mayor cantidad de usuarios.
- Fiabilidad: el software debe ser fiable y estable para que los usuarios puedan confiar en él.
- Seguridad: el software debe ser seguro para proteger la información de los usuarios.
- Compatibilidad: el software debe ser compatible con diferentes dispositivos.
Estos son solo algunos ejemplos de los requerimientos funcionales y no funcionales de un software. Una vez que los requerimientos se establecen, el desarrollador puede comenzar con el proceso de desarrollo de software. El proceso de desarrollo de software es un proceso de iteración en el que se implementan los requerimientos, se realizan pruebas y se hacen cambios para mejorar el software. Finalmente, una vez que el software esté listo, se liberará para el uso de los usuarios.