Introducción
La deslealtad en el trabajo puede ser una situación incómoda para cualquier empleado. La deslealtad puede tener un impacto significativo en la productividad, la moral general, el ambiente de trabajo y la seguridad de los empleados. Existen muchas formas diferentes de deslealtad en el lugar de trabajo. Estas formas se pueden clasificar en dos categorías principales: la deslealtad activa y la deslealtad pasiva. Estas dos categorías se describen a continuación.
Deslealtad Activa
La deslealtad activa se refiere a acciones intencionales que tienen como objetivo perjudicar o dañar a un empleador o a otros empleados. Algunos ejemplos de deslealtad activa incluyen el sabotaje, el robo de la propiedad de la empresa, la difamación de un compañero de trabajo, el incumplimiento de un deber legal, el acceso no autorizado a la información confidencial de la empresa, el uso indebido de la información confidencial, la divulgación de información confidencial, el uso indebido de los recursos de la empresa y el fraude. Estas acciones pueden tener un impacto significativo en la empresa. Por ejemplo, el fraude puede costar a la empresa miles de dólares y poner en peligro su reputación.
Deslealtad Pasiva
La deslealtad pasiva se refiere a acciones o comportamientos inadecuados que tienen como resultado una disminución en la productividad o una pérdida de tiempo. Algunos ejemplos de deslealtad pasiva incluyen el absentismo, la falta de cumplimiento de las directrices de la empresa, el mal rendimiento, la negligencia de los deberes, el retraso en la entrega de los trabajos, la falta de cooperación con los compañeros de trabajo, la falta de iniciativa y la resistencia al cambio. Estos comportamientos pueden tener un impacto significativo en la productividad de la empresa. Por ejemplo, el absentismo puede resultar en la pérdida de tiempo de los empleados y, por lo tanto, en una disminución en la productividad.
Conclusión
La deslealtad en el trabajo puede tener un impacto significativo en la productividad, la moral general, el ambiente de trabajo y la seguridad de los empleados. La deslealtad se puede clasificar en dos categorías principales: la deslealtad activa y la deslealtad pasiva. La deslealtad activa se refiere a acciones intencionales que tienen como objetivo perjudicar o dañar a un empleador o a otros empleados, mientras que la deslealtad pasiva se refiere a acciones o comportamientos inadecuados que tienen como resultado una disminución en la productividad o una pérdida de tiempo. Es importante que los empleadores tomen las medidas necesarias para prevenir y tratar la deslealtad en el lugar de trabajo.